Doctores de la Universidad de Leeds, Inglaterra han encontrado que mientras una mujer en espera se acerca a su labor de parto, impulsos eléctricos regulares hacen que los músculos del útero se contraigan mientras estos se preparan para empujar al bebé hacia el exterior.

Este aparente despliegue de actividad eléctrica puede ser medida mediante la colocación de electrodos en el estomago de la mujer, ayudando a predecir si la mujer va a entrar en labor de parto muy temprano, dando a los doctores tiempo para detenerlo y así reducir el numero de nacimientos prematuros.

El profesor James Walker de St. James University Hospital en Leeds comentó a la BBC que «actualmente uno de los problemas que tenemos es la tendencia de diagnosticar muy tarde, cuando lo hacemos, éste generalmente está equivocado». Hoy en día sólo 1 de 20 bebés arriba en el día que se predijo. Los investigadores se encuentran todavía evaluando la técnica pero esperan desarrollar una versión más pequeña del equipo para que pueda ser usado por la mujeres en el hogar.