Pasos para ser un padre afectuoso
– Muéstrele a sus hijos que su amor es incondicional. Como padre, su responsabilidad es corregir y orientar a los niños. Para que las criaturas presten atención a las normas es importante saber dirigirse a ellos.
-Cuando confronte al niño evite herirlo o descalificar sus acciones porque podría disminuir su autoestima y crear resentimientos.
Asegúrese que él entienda que mientras cumpla las expectativas será cada vez mejor persona y que el amor de sus padres es incondicional, sin importar lo que suceda.
– Intente tener perspectivas reales con respecto a la disciplina de sus hijos.
Revise sus destrezas como padre y haga un ejercicio mental para comprobar si en algún momento se excedió en los castigos o en la forma de dirigirse a los niños. Al fin y al cabo, las criaturas muchas veces no miden las consecuencias de sus travesuras y sólo quieren hacer su voluntad. Tú no tienes que tener todas las respuestas, perdónate las fallas cometidas. Este compromiso de ser padre puede convertirse en un trabajo manejable, llevadero.
Tómate un tiempo para ocuparte de la casa y de la pareja, sin pensar en los hijos. A veces eso ayuda a amoldar tu propio bienestar y será más fácil comprender las actitudes infantiles.
Recuerda los buenos momentos
– ¿Te has detenido a pensar cuántas veces tu hijo espontáneamente ha realizado una buena acción?
– ¿Cuántas veces has reaccionado negativamente ante la conducta de tu hijo?
Quizás tu balanza se inclina más hacia la crítica que hacia los cumplidos.
Lo más efectivo es sorprender a tu hijo cuando se esté portando bien y alentarlo con palabras y caricias: «¡Es maravilloso que arregles tu cama!» o «he notado que le tienes más paciencia a tu hermana mientras juegan!. Esas afirmaciones lo impulsarán a repetir las buenas conductas. Sé generoso con tus mimos. Tu amor, tus abrazos y tus cumplidos pueden hacer maravillas. Tan pronto como te des cuenta de sus progresos te sentirás orgulloso.