El hierro es un mineral que está presente en nuestro en organismo y a su vez, nuestro cuerpo lo necesita para funcionar correctamente. Cuando el hierro falta en el cuerpo, uno de los órganos más afectados es el cerebro.

Pero no sólo el cerebro es el afectado: el sistema inmunológico y las funciones hormonales también se ven afectadas, mientras severos síntomas de fatiga, apatía e irritabilidad comienzan a hacerse visibles.

Para evitar que sus niños tengan problemas, es conveniente proveerles una dieta que contenga cereales para prevenir o curar la anemia, enfermedad causada por la deficiencia de hierro. El hígado de res, la morcilla y las carnes se absorben con mayor facilidad y en pequeñas cantidades. Hay algunos vegetales, como los granos y las espinacas, que contienen elementos llamados folatos y oxalatos, los cuales interfieren en la correcta absorción del hierro.

Es por ello que una dieta balanceada debe contener alimentos ricos en Vitamina C, que estimula la asimilación de ese mineral. El café y el té impiden que el organismo pueda digerir el hierro que contienen los vegetales y las hortalizas como la acelga, el berro, el repollo, brócoli, coliflor, batata, yuca y papa. Son alimentos ricos en vitamina C, las frutas como la guayaba, mango, naranja, lechosa o papaya, fresa, limón, mandarina, piña y melón. Algunas personas anémicas pierden el apetito, por lo que es recomendable que coman cinco o seis veces al día, en pequeñas cantidades, en lugar de dos o tres comidas numerosas.

Causas de las deficiencias

Las infecciones parasitarias, la malaria, la deficiencia de la vitamina A y la escasa ingesta de alimentos ricos en hierro pueden causar anemia, que constituye la principal consecuencia de la deficiencia crónica de hierro.

La anemia se explica cuando la concentración de la hemoglobina en la sangre se encuentra por debajo de los valores considerados normales.