Aspirina reduce los riesgos de síndrome antifosfolípido
En embarazadas con síndrome de Antifosfolípido el índice de nacimientos sin incidencias en mujeres que tomaron Aspirina® con carácter preventivo aumentó del 38% al 72%.
La administración de Aspirina® reduce de forma notable el riesgo de complicaciones en pacientes con síndrome antifosfolípido, según una investigación llevada a cabo por el doctor Muñoz Rodríguez, que ha sido promovida por el Hospital Clínico de Barcelona y por el Instituto de Investigaciones Biomédicas August i Sunyer El estudio, cuyos resultados han sido publicados en la revista Seminarios en Artritis y Reumatismo, demuestra que el consumo de Aspirina hace disminuir las posibilidades de que se produzcan trombosis venosas o arteriales, así como abortos, complicaciones relacionadas habitualmente con esta patología autoinmune.
En concreto, el índice de nacimientos sin incidencias aumenta del 38% al 72% en mujeres embarazadas que toman Aspirina® con carácter preventivo.
La investigación realizada por el equipo del doctor Muñoz Rodríguez se centró en cien pacientes con síndrome antifosfolípido, que fueron sometidos a un periodo de seguimiento de más de cuatro años. Los especialistas constataron que un 91% de los pacientes no tratados con ácido acetilsalicílico desarrollaron nuevas trombosis, mientras que en aquellos a los que se administró Aspirina® ese riesgo se redujo al 42%.
El tratamiento de larga duración con anticoagulantes resultó ser incluso más efectivo: sólo el 19% de los sujetos que se sometieron a él se vieron afectados por nuevos episodios de trombosis. El ácido acetilsalicílico produjo efectos especialmente buenos en mujeres embarazadas sometidas a tratamiento profiláctico con Aspirina® .
El síndrome antifosfolípido es un trastorno autoinmune que se caracteriza por cuadros de trombosis venosas y arteriales, abortos o trombocitopenia en asociación con la presencia de anticuerpos antifosfolípidos. El síndrome se considera primario si no está asociado con otras enfermedades subyacentes y secundario si aparece vinculado con otras patologías autoinmunes, como el lupus eritematoso sistémico.