Consecuencias de involucrar a los hijos en las discusiones de pareja
Convivir en pareja es algo mucho más complicado de lo aparente, tema que se vuelve aún más delicado cuando hay hijos de por medio. Sin embargo, y pese a que las discordancias pueden ser un denominador común en su vida cotidiana, es muy importante que sepa cómo canalizar las discusiones que tiene con su pareja, ya que esto podría influenciar negativamente a sus hijos.
Ocurre en casi todas las familias. El mundo actual está lleno de ajetreos, jornadas laborales exhaustivas, el alto costo de la vida, los cambios climáticos radicales, etc. Todo esto hace que el hogar sea una especie de caldo de cultivo para drenar ansiedades, sin embargo, en presencia de los hijos las discusiones pueden traer consecuencias negativas.
¿Por qué las peleas afectan a los hijos?
Muchas personas creen que los niños hacen caso omiso a las discusiones familiares, pero esto es totalmente falso. Los niños aprenden y captan todo lo que les rodea, observan y sacan conclusiones de su entorno, bien sea de cosas positivas o negativas. Esto provoca que los niños de padres que discuten frente a ellos sufran de mucha tensión, ya que tienden a tomar partido por alguno de los padres, es decir, generan una preferencia. Esto es muy dañino y perjudicial para la sana convivencia familiar.
La casa es una escuela en el que sus hijos aprenderán los valores con los que vivirán durante el resto de su vida. De este modo, es importante que usted como padre dé un buen ejemplo sobre cómo se deben resolver los conflictos y las discordancias, que son normales, a través de una charla pacífica. Dar el ejemplo es esencial, ya que su hijo repetirá este comportamiento.
Debe tener en cuenta que las fuertes discusiones entre padres frente a los hijos provocan daños en la autoestima, falta de confianza y angustia. Incluso, muchos niños tienden a sentir tanta ansiedad por las discusiones que tienen sus padres que pueden llegar a sentirse culpables.
Un estudio reciente determinó que aquellos niños que viven en una familia con núcleos rotos o que pasan a través de un proceso de divorcio tienen una mayor tendencia a desarrollar problemas de personalidad y conducta.
¿Qué hacer al respecto?
Para que la armonía sea el denominador común en su hogar, recomendamos:
- Si sabe que un tema causa sensibilidad o tensión en su familia, procure no hablarlo cuando estén sus hijos presentes
- En la medida de lo posible, discuta con su pareja con el tono de voz con el que usted habla normalmente. Gritar sólo provocará que su hijo se angustie
- Mantenga una comunicación fluida con su pareja
- No utilice a sus hijos para mediar en los conflictos de su pareja. Resuélvalos usted mismo o contrate a un especialista que sirva de mediador
- Si siente que va a estallar, diríjase a otro lugar en el que no estén los niños
- Si usted está discutiendo con su pareja y siente que la conversación ha subido de tono, pídale que vayan a otro sitio donde no estén sus hijos.