La verdad sobre el embarazo despues de los 40 (Parte II)
2. Es más difícil seguir embarazada.
Los abortos involuntarios y las muertes fetales pueden ocurrir a cualquier edad, pero las posibilidades aumentan a medida que envejece. Pérdidas de embarazo que ocurren antes de las 20 semanas, que se llaman abortos espontáneos; cualquier cosa posterior se considera muerte fetal, casi siempre es causada por problemas cromosómicos en el embrión, que es más probable en los óvulos más viejos. Por esta razón, según el Dr. van Dis, las mujeres entre 40 y 44 tienen un 33 por ciento de posibilidades de aborto involuntario. En todos los embarazos, se cree que el riesgo de aborto espontáneo está más cerca del 10 al 20 por ciento, aunque las estimaciones pueden variar. Es posible que estos porcentajes sean más altos, porque, por ejemplo, muchas mujeres que abortan lo hacen antes de saber que están embarazadas y pueden no informarlo.
La evidencia también sugiere que las personas embarazadas en sus 40 años tienen un mayor riesgo de muerte fetal. Las razones son un poco turbias, aunque en una revisión de estudios de 2008, los investigadores sugirieron que la mayor incidencia de afecciones como la presión arterial alta durante el embarazo o la diabetes gestacional entre las madres mayores puede ser al menos parcialmente culpable.
Debido a que los tiempos de gestación más largos pueden aumentar el riesgo de muerte fetal, muchos médicos no permitirán que una mujer de más de 40 años se ponga de parto después de su fecha de parto. En general, se le dará una inducción planificada.
3. Su riesgo de otras complicaciones aumenta.
A medida que envejece, aumentan sus posibilidades de desarrollar ciertos problemas cardiovasculares como la presión arterial alta y las enfermedades cardíacas. Esta es una de las razones por las cuales las mujeres mayores de 40 años tienen un mayor riesgo de preeclampsia (presión arterial alta y proteínas en la orina durante el embarazo, que puede ser mortal) y diabetes gestacional (azúcar en sangre anormalmente alta durante el embarazo). Estas condiciones pueden crear una serie de problemas tanto para la madre como para el bebé, incluidos pesos de nacimiento bajos (o anormalmente altos) y partos prematuros.
Otro gran problema es una mayor probabilidad de desarrollar placenta previa, una condición en la cual la placenta cubre parcial o totalmente el cuello uterino. En todos los embarazos, uno de cada 200 desarrollará la afección, y la evidencia sugiere un riesgo mucho mayor para las mujeres de 35 años o más. La placenta previa es peligrosa y puede aumentar el riesgo de parto prematuro y muerte fetal.
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