Puedes agradecer a tus hormonas del embarazo. «Hay altos niveles de estrógeno y progesterona en el cuerpo de una mujer embarazada, que son necesarios para mantener el embarazo durante nueve meses», dice el Dr. García. «Pero los altos niveles de estrógeno y progesterona pueden limitar la capacidad de ciertas proteínas en el hígado para deshacerse de los productos de desecho. Por ejemplo, la proteína de la bomba de exportación de sal biliar (BSEP) puede verse afectada negativamente por los altos niveles de estrógeno y progesterona, y si el BSEP no puede eliminar la bilis y las sales biliares de manera efectiva, se acumulan en el cuerpo de la mujer embarazada y causan los síntomas mencionados anteriormente «.

Si bien la causa exacta de la colestasis aún es incierta, los investigadores creen que existe un vínculo entre esta y otras enfermedades del hígado, como la enfermedad del hígado graso no alcohólico.

Otras causas incluyen factores genéticos y ambientales como la nutrición y el momento estacional del embarazo, de acuerdo con ICP Care, un recurso educativo sobre la condición. Más mujeres son diagnosticadas con ICP en los meses de invierno (probablemente debido a la exposición reducida a la luz solar), y la deficiencia de selenio se ha relacionado con la ICP (aunque es desconocido si esto es una causa, efecto o correlación de la condición).

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