La circulación fetal es un poco diferente a la circulación del recién nacido y del adulto, debido a que todos los nutrientes y oxígeno que necesita el feto para su crecimiento y desarrollo vienen de la madre hacia la placenta y de allí al feto por la vena umbilical. Luego la sangre regresa a la placenta a través de las arterias umbilicales (son dos) llevando la sangre con los desechos del feto y con poco oxígeno.
La presencia de una sola arteria umbilical no es normal, ya que normalmente el cordón umbilical contiene tres vasos: 2 arterias y una vena. La presencia de una sola arteria umbilical es la malformación del cordón umbilical más frecuente. Su incidencia está entre 0,5 y 0,7% de todos los embarazos. Es más frecuente en el sexo femenino, edad materna mayor de 40 años, madres con tres hijos previos y en embarazos gemelares. Alrededor de 10-15% de los bebés tienen una alteración cromosómica y aproximadamente el tercio de ellos tienen otra malformación (cardiovascular, gastrointestinal, del sistema nervioso central y/o urogenital). De allí la importancia de realizar un buen estudio ecográfico para descartar otras malformaciones. Se recomienda realizar estudio del cariotipo para descartar alteraciones cromosómicas y ecocardiografía para descartar malformaciones cardíacas.
Si el feto sólo presenta arteria umbilical única, entonces no hay problema, aunque puede presentarse bajo peso al nacer (<2500 g) o parto pretérmino (< 37 semanas), de allí que hay que vigilar el crecimiento fetal por ecografía.
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