Las contracciones de Braxton Hicks aparecen a partir del primer trimestre de embarazo, aunque son palpables a partir de finales del segundo trimestre. Se caracterizan por ser contracciones irregulares, no dolorosas (el útero se pone duro de manera transitoria), esporádicas y que no tienen ritmo. A finales del embarazo pueden ser más frecuentes y causar molestias, pero no producen dilatación del cuello. Estas contracciones son normales, por lo que no debes preocuparte, excepto si sientes molestias o dolor, ya que apenas estás entrando en el tercer trimestre.
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Saludos