Preguntas al Doctor E.
Enfermedades: Madre
tuberculosis:
La prueba cutánea de la tuberculina se utiliza para determinar si existe o existió una infección tuberculosa, mediante su reacción positiva. Existen 2 tipos de prueba, La OT u Old Tuberculin (tuberculina vieja de Kock) actualmente casi en desuso, y la más usada, el PPD o derivado proteico purificado.Este último se considera la mejor forma de identificar una infección tuberculosa. Esta prueba se realiza inyectando intradérmicamente 0,1 ml de PPD (5 unidades de Tuberculina) en la superficie palmar del antebrazo y se interpreta midiendo el diámetro de la induración que se produce a las 48-72 hrs. de la inyección.Si el resultado es menor de 5 mm se considera negativa, si es mayor de 5 y menor de 10 mm es positiva si el paciente tienen un contacto conocido de tuberculosis, tiene síntomas de esta enfermedad, tiene una Rx anormal o tiene una infección por virus de inmunodeficiencia adquirida (virus del SIDA). Se considera indicativa de infección cuando mide 10 mm o más, pudiéndose presentar falsos positivos (que el resultado sea positivo cuando en realidad no lo es) si ha existido infección por otras micobacterias no tuberculosas o la persona había sido vacunada con la BCG (vacuna de la tuberculosis) anteriormente. Cuando el resultado es positivo no diagnóstica tuberculosis, sólo la sugiere, ya que el diagnóstico definitivo se realiza aislando la bacteria que produce la enfermedad en el cultivo de secreciones o tejido pulmonar, o en las infecciones extrapulmonares en los tejidos donde este dicha infección. Para ello se toma el esputo expectorado espontáneamente por el paciente después de despertarse, siendo necesario tomar entre 3 a 6 muestras para evitar resultados falsos negativos (que reporte negativo estando presente la infección). Cuando hay síntomas sugestivos de tuberculosis se debe practicar una radiografía de tórax apenas sea posible, mientras que si no hay síntomas se debe realizar dicho estudio con adecuada protección del abdomen después de la semana 12 de embarazo. La tuberculosis materna no parece provocar malformaciones congénitas, pero si se puede producir infección fetal, teniendo el recién nacido una infección congénita o adquiriéndola durante el parto, situaciones muy infrecuentes pero con una alta mortalidad para el bebé. En cuanto a la madre actualmente se considera que la gestación incide poco en la progresión o en la reactivación de la enfermedad asintomática. Cuando se confirma el diagnóstico, la mayoría de los autores propugnan la suspensión del tratamiento hasta después del parto, dado que los riesgos de reactivación de la infección son mínimos, pero si hay la probabilidad de una infección reciente se debe iniciar el tratamiento después del primer trimestre.El tratamiento durante la gestación se realiza en base a unos medicamentos llamados isoniazida, etambutol y rifampicina, que son seguros durante la gestación.Si existe la probabilidad que las bacterias sean resistentes a estos fármacos se agrega otro llamado pirazinamida, del cual no existen datos sobre su uso en el embarazo, pero es muy probable que los beneficios superen a los riesgos. Otro fármaco llamado Estreptomicina, útil en el tratamiento de esta enfermedad no se utiliza por la posibilidad de provocar una lesión significativa en el nervio encargado de la audición del feto, el octavo par craneal. Con respecto a la lactancia, esta no está contraindicada en las mujeres que reciben tratamiento, ya que no se han comunicado efectos tóxicos y sólo se detectan bajos niveles de los fármacos en la leche materna. Si el bebé recibe también tratamiento si existe la posibilidad de que se alcancen niveles tóxicos de los fármacos en el recién nacido, por lo que algunos recomiendan eliminar la lactancia y otros el que la madre reciba la medicación luego de lactar al bebé. Gracias por escribir, saludos cordiales.