Métodos Anticonceptivos
En el mundo desarrollado, los métodos anticonceptivos se utilizan en forma muy frecuente y a bajo costo económico. Por ejemplo, en Inglaterra 50% de las mujeres en edad fértil usan algún tipo de anticonceptivos, y sobre los 35 años más de 50% de las mujeres -o sus parejas- han sido esterilizadas.
A pesar de ello, se producen numerosos embarazos no planificados. Entre las edades de 15 y 44 años tienen lugar 13 abortos anuales por cada mil mujeres. En Estados Unidos este porcentaje asciende a 28 por mil mujeres cada año.
El crecimiento demográfico en los países desarrollados se ha hecho lento en las últimas décadas. Las parejas tienden a disminuir voluntariamente el número de hijos. Algunos piensan que lo más racional sería un hijo por pareja, lo cual facilitaría y mejoraría las posibilidades de vivienda, educación y desarrollo.
Pero hay mucha controversia al respecto. En la mayoría de los paises de latino américa las carencias de educación sexual adecuada, así como de acceso a las posibilidades farmacológicas (anticonceptivos orales) o mecánicos (preservativos, dispositivos intrauterinos) en gruesos segmentos marginales de la población, implican un creciente e inconveniente aumento de embarazos entre adolescentes.
Las edades de la menarquia (primera menstruación) y el embarazo son muy cercanas entre sí, lo que evidencia que éste se produjo como fruto de las primeras relaciones sexuales. La información sexual previa al embarazo resultó prácticamente inexistente y su aprendizaje lo obtuvieron de su propia experiencia. En nuestro medio, en los últimos años, se ha comenzado a producir una disminución de la fecundidad, y se reporta un promedio de 3,3 hijos en mujeres de edad fecunda.
Es recomendable a los jóvenes que no han iniciado todavía su vida sexual que no se apresuren en dar el primer paso, lo cual debe ser una decisión libre, que no debe estar guiada solamente por presiones individuales o de grupo.
Sexualidad Responsable
El sexo es una extraordinaria experiencia que debe ejercitarse con seguridad, en su momento oportuno. Hoy por hoy, evitar la promiscuidad es una actitud física y mentalmente saludable.
Además de la abstinencia, sólo el preservativo puede actuar como anticonceptivo y como profiláctico de enfermedades de transmisión sexual (como las provocadas por VPH, VIH, clamidia, sífilis, blenorragia). Sin embargo, hay que tener cuidado: la incapacidad en su uso puede llevar al fracaso en estos objetivos.