Algunos trucos para las madres primerizas
Muchos padres ansían la llegada de su primer bebé. Sin embargo, la situación cambia radicalmente cuando el bebé finalmente está en la casa. Cambiar el primer pañal, darle su primer tetero, y desvelarse durante la primera noche es sólo un aviso de lo que se viene en sus vidas.
La rutina de los padres cambia drásticamente y muchos son los errores que se comenten y resuelven en el largo camino de ser padres. La maternidad es un hecho que debe tomarse con calma. Si tú estas calmada, relajada y equilibrada, tu bebé estará calmado.
Conéctate con tu bebé: háblale, establece una conversación con él, explícale todo lo que le rodea, hazle preguntas sin obviamente esperar respuestas. Incluso puedes cantarle, ya que esto le servirá de estímulo. Tu bebé se comunica contigo con su llanto desde el primer día, por lo que no debes limitarte sólo al contacto personal.
No vives en el polo norte: normalmente todos caemos en el error de abrigar demasiado a nuestros bebés. Es un error muy común, pero sin saberlo estamos incomodando al pequeño.
El bebé está en casa: debe adaptarse a las rutinas del hogar. Normalmente, con la llegada del bebé muchas veces se exige un silencio estricto en toda la casa, cosa que no es necesaria. Nuestro pequeño debe acostumbrarse a los sonidos de la rutina del día a día y asociar la noche con el descanso y el silencio.
Tú también debes cuidarte: la depresión posparto es muy común en todas las mujeres, por lo que resulta necesario sentirse bien consigo misma desde el primer día. Procura recuperar tus horas de sueño, lee, escribe, haz un poco de ejercicio para tonificar tu cuerpo para recuperar tu figura y conserva una dieta balanceada baja en grasas.
La limpieza extrema no es buena: la limpieza en el hogar es necesaria, pero llevarla al extremo puede resultar innecesario. Trata de no obsesionarte con la limpieza de todo lo que rodea a tu bebé.