El Quinto Mes
Desarrollo Físico
Al final del quinto mes tu bebé tendrá aproximadamente el doble del peso al nacer, con un promedio de 6,700 kilogramos y una talla de 65 centímetros. El número de comidas diarias puede variar de 3 a 5, dependiendo de las necesidades de tu hijo. Los requerimientos de leche disminuyen y la dieta debe ser balanceada. El crecimiento ocurre más lentamente y, por consiguiente, requiere menos cantidad de comida para mantenerse su actividad normal.
No lo fuerces a comer la «última cucharadita» si ya no tiene más apetito. Así evitarás los vómitos y las negaciones del niño. Los bebés de esta edad duermen un promedio de 15 horas diarias, mientras el número de siestas puede oscilar entre dos o tres.
Desarrollo Psicomotor
Juega con los dedos de los pies e intenta llevárselos a la boca, al mismo tiempo ejercita los músculos del cuello y la espalda. Se ríe al verse en el espejo y se reconoce en la imagen. Arruga un papel. Agarra y suelta varias veces los juguetes, se los pasa de una mano a la otra, los muerde y los voltea.
Al observar los objetos desde ángulos distintos y taparlos con sus manos se da cuenta que las cosas no desaparecen por arte de magia cuando no las ve. Sabe que están ahí, porque las siente en la palma de sus manos.
Puede sostener el biberón con una o dos manos. Puede llevarse galletas a la boca y alimentarse por sí mismo. Al caer un objeto, sigue su trayectoria y puede inclinarse para ver adónde se fue. Expresa protestas y se resiste a que le quiten un objeto que tenga agarrado. Inicia el contacto social emitiendo sonidos sin sentido.
Interacción Social
Trata de imitar gestos simples, se ríe mucho más y responde a las voces. Como ya conoce tu rostro y el de los parientes cercanos, es probable que centre su interés en la ropa que vistes, los accesorios y los movimientos que haces. Te mirará fijamente y llorará cuando se acercan personas desconocidas.
Una forma de disminuir esta reacción es darle algo de tiempo para que conozca a esa nueva persona que quiere cargarlo y sugerirle a ésta que lo ignore por unos momentos; hasta comprobar si el bebé abre los brazos para que lo carguen. Una actividad que puedes hacer con tu hijo es pronunciar diferentes palabras que tengan los sonidos de las letras «b», «d», «m», «r» y «a», permítele al bebé que toque tus labios al hacerlo.
Cada vez que vistas al bebé, lo cambies de pañal o lo bañes, enséñale las partes del cuerpo. Más tarde el podrá indicarte esas partes con su dedo mientras tu le preguntas. Cuando vayas a cargarlo, extiéndele primero tus brazos, que con el tiempo, el nene aprenderá a extender los suyos, pues sabe que esta acción está asociada a que lo carguen.