La lactancia materna es la mejor forma de alimentar al bebé, no sólo porque contiene todos los nutrientes que necesita para su organismo sino también porque crea un lazo de unión entre madre e hijo. Sin embargo, y aunque es una manera natural de alimentación, algunas madres suelen presentar infecciones como la mastitis por no amamantar de la manera correcta a su bebé.

¿Qué es la mastitis?

Los especialistas afirman que una de cada seis mujeres puede experimentar mastitis durante la lactancia materna, la cual es una infección de los senos que suele estar acompañada de inflamación.

¿Qué causa la mastitis?

La principal causa de la mastitis son las grietas de los pezones, las cuales facilitan que se transmitan las bacterias que, por lo general, se encuentran en la piel de la madre o en la boca del bebé.

¿Cuáles son los síntomas de la mastitis?

• Dolor en los senos
• Hinchazón
• Enrojecimiento
• Aumento de la temperatura de los senos

¿Cómo se previene?

Para evitar contraer esta infección es importante que tome en cuenta las siguientes recomendaciones:

• Si no adopta una buena posición al amamantar a su bebé puede provocar que el niño no se prenda correctamente al pezón, provocando dolor y agrietamiento de los pezones. Para evitar esto, es importante que amamante a su bebé en una posición en la que se prenda de la forma correcta

• En caso de que no logre encontrar una posición que facilite que el bebé se prenda del pezón, debe asesorarse con personas que ya hayan tenido un bebé o con su médico para que le indique la forma correcta. Es importante que esto se haga lo más pronto posible, así se evitará el dolor y la mastitis

• Amamante a su bebé de manera regular y vacíe los senos por completo cada vez que lo haga. Esto es especialmente importante, ya que los senos congestionados pueden provocar mastitis

• Debe alimentar a su bebé cada vez que este lo necesite
• Mantenga una dieta saludable
• Descanse lo suficiente

¿Cuál es el tratamiento?

Una vez que el médico haya diagnosticado que la madre tiene mastitis, recetará una serie de antibióticos y analgésicos para minimizar las molestias de la infección hasta eliminarla por completo.