Muchas madres, sobre todo las primerizas, se preguntan por qué su bebé actúa de una forma u otra a medida que crece, así como también no entienden ciertos comportamientos de su nuevo hijo. No obstante, muchos de estos signos son totalmente normales, por lo que ofrecemos una serie de datos característicos de los doce primeros meses de vida del bebé, de tal manera que pueda saber que, efectivamente, su hijo sólo se comporta naturalmente.

• Los primeros días de vida: Por lo general, los primeros días después del nacimiento del bebé suelen ser de mucho sueño para el nuevo miembro de la familia, por lo que tiende a dormir por varias horas seguidas. Sin embargo, a medida que pasan los días tendrá la capacidad de levantar un poco la cabeza cuando está boca abajo.

• Primer mes: El cambio más característico del bebé durante su primer mes de vida es la sonrisa, la cual comienza a presentarse con más frecuencia en diversos momentos del día, tales como cuando duerme, durante el baño, después de comer, etc. No obstante, esta sonrisa no es intencional, al contrario, la hace de forma totalmente inconsciente.

• Segundo mes: Aunque apenas tiene dos meses de vida, el bebé ya comienza a sonreír intencionalmente, agarra cosas y emite sonidos. Durante esta etapa el bebé es capaz de seguir la mirada de la madre o de cualquier otra cosa que llame su atención, así como también puede sostener su cabeza con más firmeza.

• Tercer mes: En el tercer mes, el bebé tiene un mayor dominio de su cabeza, emite una mayor cantidad de sonidos y tiende las manos hacia los objetos o personas de su interés.

• Cuarto mes: El cuarto mes es muy importante en el desarrollo del bebé, ya que es la etapa en la que puede sostener su cabeza con firmeza y seguridad, además de moverla con cierto control. En los demás aspectos, el bebé ya reconoce las caras de las personas que permanecen en su entorno, observa atentamente todo lo que le rodea, se ríe mucho y, si lo llaman, gira su cabeza.

• Quinto mes: En esta etapa el bebé utiliza tanto sus manos como sus pies para jugar, patalea cuando está contento, sonríe mucho y emite sonidos con más frecuencia. Este es un buen momento para empezar a enseñarle a su bebé a sentarse, para lo que es muy útil colocar almohadas a su alrededor y detrás de su espalda para que mantenga la posición mientras juega con alguno de sus juguetes preferidos.

• Sexto mes: En este mes de vida, el bebé es capaz de pasar objetos de una mano a otra y puede mantenerse sentado sobre las piernas de su mamá. Además, el bebé no sólo logra identificar a sus padres en esta etapa, sino que también puede reconocer a los familiares que suelen visitarlo con cierta frecuencia.

• Séptimo mes: El progreso más importante de esta etapa del primer año del bebé es que ya es capaz de mantenerse sentado sin apoyo, además de que siente curiosidad por los objetos, por lo que suele golpearlos. También esta es la época en la que el bebé comienza a incorporar entre los sonidos algunos monosílabos, tales como ma, pa, etc.

• Octavo mes: En el octavo mes de vida, el bebé comienza a hacer esfuerzos por incorporarse cuando se va de lado, además de que intenta participar en las conversaciones con sonidos.

• Noveno mes: Este mes es muy interesante para el bebé porque comienza a gatear, por lo que puede explorar más profundamente todo su entorno. Además, en esta etapa el bebé intenta ponerse de pie, sin embargo, todavía no es capaz de caminar solo, por lo que la madre debe estar especialmente atenta a sus caídas para que no se golpee con ningún objeto a su alrededor.

• Décimo mes: En esta etapa, el bebé puede incorporarse solo y sostener su tetero por sí mismo, también ha mejorado su habilidad para gatear, por lo que lo hace con una mayor rapidez.

• Undécimo mes: El mes 11 de vida está caracterizado por una mayor participación del bebé en lo que le rodea, ya que puede mantenerse de pie, gatea con rapidez, agarra los objetos que están a su alrededor y es capaz de llevarse su comida a la boca.

• Primer año: En esta etapa el bebé es capaz de dar algunos pasos, acude a la madre cuando ésta lo llama y emite una gran cantidad de sonidos que los padres suelen entender.