Los efectos del beso en el cerebro
Uno de los placeres y gestos de mayor cariño es el beso. En una relación de pareja es la prueba más evidente de cariño, respeto y amor. Por otra parte los labios poseen terminaciones nerviosas, mismas que le confieren a esta zona mayor sensibilidad al tacto; sin embargo, otros factores como la saliva y el movimiento de la lengua en conjunto hacen que el beso tenga el efecto que tiene, pero, ¿tras este contacto qué sucede en nuestro cerebro.
De acuerdo a un estudio de la Universidad de Oxford a través de un beso las personas podemos evaluar un potencial compañero, ya que el intercambio de fluidos permite juzgar el atractivo sexual y la posibilidad de reproducción.
Cada beso que se da consume 12 calorías, esto se debe al movimiento de 36 músculos y que las pulsaciones del corazón aumentan de 60 a 100 latidos. Sin embargo, ¿cuál es su efecto en nuestro cerebro? Aquí te ofrecemos algunos de ellos.
1. Estamos diseñados para ello. Un estudio realizado en la Universidad de Princeton, (EU) revela que el cerebro humano está equipado con neuronas que le ayudan a encontrar los labios de su pareja tanto con los ojos cerrados como en espacios sin luz.
2. Todo se activa. Al juntar nuestra boca con la de otra persona, el sistema límbico, situado en el centro del cerebro, se encarga de transmitir esta información a otras áreas como la corteza o al tronco del encéfalo que regula los mecanismos vegetativos de la respiración, el ritmo cardiaco, la tensión arterial, el tono muscular, la salivación o la secreción hormonal.
3. Alivia el dolor. Cuando besamos apasionadamente se liberan hormonas, como las endorfinas, que generan una sensación de bienestar y tienen efecto analgésico.
4. Todo lo altera. También es posible que otros sistemas de neurotransmisores y hormonas se relacionen en el beso, como el GABA, que modula las respuestas de tranquilidad o relajación, y el sistema endorfínico, así lo señala Jesús de la Gándara, jefe de Psiquiatría del Complejo Asistencial de Burgos.