14 mitos sobre el embarazo (Parte II)

6. Mito: una mujer debe evitar hacer ejercicio durante el embarazo

La mayoría de las mujeres deben realizar ejercicio ligero a moderado durante el embarazo. Una mujer que no hizo ejercicio regularmente antes de quedar embarazada debe hablar con un profesional de la salud antes de comenzar una nueva rutina.

Según una encuesta de obstetras o médicos especializados en partos, más de la mitad de las encuestadas dijeron que, por lo general, no recomiendan que las mujeres comiencen una nueva rutina si eran sedentarias antes de quedar embarazadas.

Sin embargo, el 97% de los encuestados informaron que recomiendan ejercicio aeróbico ligero a moderado de 2 a 5 días a la semana para mujeres en el primer trimestre.

7. Mito: las náuseas matutinas solo ocurren en la mañana

A pesar de su nombre, las náuseas matutinas pueden afectar a las mujeres embarazadas durante todo el día. Menos del 2% de mujeres embarazadas experimentan náuseas matinales solo por la mañana. Las náuseas matutinas generalmente comienzan en la cuarta semana y terminan en la semana 16.

8. Mito: Comer ciertos alimentos puede provocar una alergia.

Las mujeres embarazadas pueden comer alimentos que las personas a menudo asocian con alergias, como nueces y leche, siempre que no sean alérgicas a ellas. El bebé no desarrollará alergia a estos alimentos.

Sin embargo, una mujer debe evitar algunos alimentos, como carne cruda, mariscos y ciertos quesos blandos, por otras razones de salud. Un profesional de la salud puede proporcionar más información sobre qué alimentos evitar.

9. Mito: una mujer debe evitar el sexo durante el embarazo

El sexo no tiene ningún efecto sobre un embarazo saludable. Los autores de una revisión de investigaciones existentes concluyeron que el sexo durante el embarazo no aumentaba el riesgo de parto prematuro en embarazos de bajo riesgo. También señalaron que otras posibles complicaciones siguen sin probarse.

En casos raros, un médico recomendará abstenerse de tener relaciones sexuales durante el embarazo. Por ejemplo, si se ha producido un sangrado abundante durante el embarazo o se ha roto el agua, una mujer debe evitar tener relaciones sexuales.

Las mujeres que experimentan problemas placentarios, insuficiencia cervical o cualquier otro factor que aumente la posibilidad de parto prematuro deben consultar con un médico antes de tener relaciones sexuales.

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