Casey Goode se está abriendo sobre cómo era la vida cuando su hijo dio positivo por COVID-19. La nueva mamá dice que los días que pasaron aislados fueron muy solitarios.

Goode reveló a principios de este mes que su bebé tenía el virus que ha estado afectando duramente a comunidades de todo el mundo. Ella recuerda los momentos en que estuvo aislada con su hijo como si estuviera sola, pero siempre se mantuvo positiva.

Goode, mejor conocida como Quigley, anunció en su cuenta de Instagram el 4 de octubre que su hijo recién nacido Maximilian había dado positivo por COVID-19 en la mañana del 3 de octubre. La ex participante de ‘American Idol’ dijo que ella y su esposo Alex Goode llevaron a su hijo a la sala de emergencias después de que le subiera una fiebre en medio de la noche. El bebé había estado en casa solo unos días después de pasar un tiempo en la unidad de cuidados intensivos neonatales porque nació cuando Casey tenía 37 semanas de embarazo.

Según PEOPLE, su fiebre era de 101 grados y cuando llegaron al hospital dio positivo para COVID-19. Goode dice que estaba en completo estado de shock, pero pudo mantener la calma porque sus instintos maternos se activaron. Recuerda sentir que no tenía otra opción más que ser fuerte, y sintió una «ola de energía» tranquila y confiada en su cuerpo.

La nueva mamá admite que se sintió preocupada, pero no se permitió «ir a un lugar oscuro». En lugar de entrar en pánico, sabía que debía permanecer tranquila y segura. Lamentablemente, a Alex no se le permitió estar en el hospital con su hijo recién nacido debido a las restricciones de COVID-19. Alex se enteró de que su hijo era positivo por el virus a través de una llamada telefónica.

Los pusieron en una habitación de aislamiento sin estar preparados, lo que se sintió aterrador, recuerda Casey. Casey no se hizo la prueba del virus, pero se la trató como si también fuera positiva. Ella dice que la parte más difícil de su estadía en el hospital fue ver a su hijo conectado a tantos cables de oxígeno y lo incómodo que se sentía.

Max y Casey fueron dados de alta del hospital el 7 de octubre. Casey dio negativo al virus después de salir de la cuarentena. Max también se ha recuperado casi por completo de los síntomas del virus.

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