Por: Lauren Burke Meyer

Por supuesto, el embarazo es un momento hermoso en la vida de una mujer. Sin embargo, la investigación muestra que nuestros cerebros cambian y funcionan de manera diferente durante este tiempo. La expresión «cerebro de embarazo» de uso común es algo con lo que me identifico plenamente.

Mientras cuento mis últimas semanas de embarazo hasta el nacimiento de mi segundo hijo, me río de muchos de los momentos más tontos que hacen que quienes me rodean se pregunten si soy, de hecho, una escritora con estudios universitarios y una directora superior de una empresa global.

Para empezar, nunca puedo recordar si tomé mi vitamina prenatal. Ha habido algunos días en los que accidentalmente lo tomé dos veces o probablemente algunos días en los que me lo perdí por completo, pero no estaba segura. La mayoría de los días, recuerdo que ya lo tomé cuando busco la botella nuevamente. Básicamente, estoy tomando el término multivitaminas de manera extremadamente literal, cuestionándome varias veces al día si he tomado una. Y a quién estamos engañando, esas vitaminas gomosas son deliciosas, ¡así que podría haber otros problemas en juego!

Los números también han demostrado ser una batalla. Di mi número de teléfono celular equivocado al consultorio de mi médico. Debo señalar que tengo este mismo número de teléfono durante 17 años. Cuando jugaba al escondite con mi hija Charlotte, me encontré contando de una manera única. «Uno, dos, tres … ocho.» Le gusta esconderse en el mismo lugar para los giros consecutivos, así que no se preocupen. De todos modos, no necesitaba el tiempo extra.

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