Si bien una dieta vegana equilibrada es perfectamente aceptable para el embarazo, una planificada incorrectamente conlleva riesgos.

Dado que la dieta vegana excluye todos los productos animales, es baja en ciertos nutrientes. No compensar adecuadamente los siguientes nutrientes puede dañar su salud y la de su bebé.

1. Vitamina B12: las dietas veganas carecen naturalmente de esta vitamina. Una deficiencia puede aumentar su riesgo de aborto espontáneo, diabetes gestacional, parto prematuro y malformaciones.
2. Vitamina D: muchas mujeres tienen niveles bajos de vitamina D durante el embarazo, independientemente de su dieta. Los niveles insuficientes pueden aumentar su riesgo de preeclampsia, bajo peso al nacer y aborto espontáneo.
3. Hierro: su cuerpo no absorbe el hierro no hemo de los alimentos vegetales, como tampoco lo hace el hierro hemo en los productos animales. Esto puede aumentar su riesgo de deficiencia de hierro y complicaciones relacionadas, como parto prematuro y bajo peso al nacer.
4. Yodo: las dietas veganas desprovistas de sal yodada, algas o suplementos de yodo pueden contener muy poco de este nutriente. La ingesta insuficiente de yodo puede provocar un crecimiento infantil deficiente, así como una función mental y tiroidea comprometida.
5. Calcio: la ingesta deficiente de calcio durante el embarazo puede aumentar el riesgo de preeclampsia, fracturas y enfermedades óseas de la madre.

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