Si un embarazo termina antes de la semana 24, se llama aborto espontáneo. La mayoría de los abortos espontáneos no se deben a algo que la madre haya hecho, sino a un problema con el desarrollo del bebé. Se cree que la mayoría de los abortos espontáneos son causados ​​por cromosomas anormales en el bebé, que son «bloques de construcción» genéticos que guían el desarrollo de un bebé.

Si un bebé tiene demasiados o no suficientes cromosomas, no se desarrollará adecuadamente. Los abortos involuntarios también pueden ocurrir como resultado de problemas con el desarrollo de la placenta, condiciones de salud a largo plazo en la madre, infección, problemas con la estructura del útero o un cuello uterino debilitado.

Aproximadamente una de cada 100 mujeres experimenta abortos involuntarios recurrentes (es decir, tres o más seguidas) y muchas de estas mujeres también logran tener un embarazo exitoso y sin problemas.

No hay evidencia que sugiera que el aborto espontáneo puede ser causado por: el estado emocional de una madre durante el embarazo, como estar estresado o deprimido, tener una conmoción o susto durante el embarazo, hacer ejercicio durante el embarazo, levantar o esforzarse durante el embarazo, trabajar durante el embarazo, tener relaciones sexuales durante el embarazo, viajar en avión, entre otras.

¿Cuáles son los signos de un aborto espontáneo?

Estos pueden incluir sangrado, coágulos de sangre, descarga de líquido de su vagina o descarga de tejido de su vagina. También incluye no experimentar los síntomas del embarazo por más tiempo, como náuseas o sensibilidad en los senos.

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