Trabajar embarazada: cómo protegerse (y a su hijo) en el mundo del coronavirus (Parte II)
¿Qué pasa con la preocupación de un empleador por la seguridad de la empleada embarazada o su hijo por nacer? ¿Puede un empleador discriminar a una empleada embarazada obligándola a quedarse en casa o transferirse a un departamento diferente para evitar la exposición al coronavirus? Según la Corte Suprema de los Estados Unidos, no, el empleador no puede hacer esto.
Si el embarazo interfirió con los deberes laborales de la empleada embarazada, existe la posibilidad de que el empleador pueda discriminar legalmente contra ella. Pero, de nuevo, es difícil ver cómo la presencia del coronavirus permitiría esto. Si la discriminación se basa únicamente en las preocupaciones sobre la seguridad de una empleada embarazada (o la seguridad de su hijo por nacer), entonces la discriminación probablemente sea ilegal.
Otra consideración a tener en cuenta es que hay una falta de orientación definitiva sobre cómo el coronavirus afecta a las mujeres embarazadas. Fuentes expertas, como los CDC, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos y el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, dicen que hay muy pocos datos en este momento para sacar conclusiones sobre la susceptibilidad de las mujeres embarazadas (o sus fetos) a una infección por coronavirus.
Esto aumentaría aún más la dificultad de que un empleador intente justificar el tratamiento diferente de una empleada embarazada en función de consideraciones de salud y seguridad. Por supuesto, a medida que aprendemos más sobre el coronavirus, estas opiniones de expertos podrían cambiar.
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