¿Debo hacerme la amniocentesis?
La amniocentesis es una prueba de diagnóstico que se realiza durante el embarazo para determinar si el bebé presenta alguna alteración cromosomica. Esta prueba no se realiza en todos los embarazos, sino en aquellos en los que el especialista considera que puede existir la probabilidad de que el bebé nazca con algún trastorno.
¿Para qué sirve la prueba?
La amniocentesis se realiza con el objeto detectar alteraciones cromosómicas a través de una muestra de líquido amniótico. Este líquido se encuentra en el saco amniótico, el cual se encuentra rodeando y protegiendo a su bebé durante los nueve meses de gestación. En el líquido amniótico se encuentran células fetales, que son tomadas en la amniocentesis para ser analizadas por un especialista.
La prueba es utilizada para diagnosticar las cromosomopatias como el síndrome de Down, la trisomía 18 y 13, además de otras alteraciones en el par de cromosomas sexuales como el sindrome de turner y klineferter.
¿Cuándo se hace?
Esta prueba se realiza generalmente entre la semana 12 y 20 de embarazo.
¿A quien debe realizarse?
Los médicos suelen proponerle a la paciente la realización de esta prueba cuando:
- La paciente es mayor de 35 años
- Si la paciente, su pareja o ambos en conjunto tuvieron un hijo con alguna anormalidad cromosómica
- Si uno o ambos miembros de la pareja son portadores de alguna enfermedad cromosómica
- Si la prueba de despistaje del primer trimestre dio resultados irregulares
¿El médico puede aconsejar a la paciente?
Efectivamente, es importante que su médico le exponga las razones por las cuales es positivo someterse a la amniocentesis, así como también debe decirle cuáles son los respectivos riesgos.
Antes de realizarse la amniocentesis, debe saber que hay un riesgo menor de 1/500 de sufrir un aborto espontáneo o que el bebé sufra daños. Sin embargo, los riesgos de que esto ocurra son muy bajos, por lo que son más los beneficios que los peligros que pueden presentarse.