La principal preocupación de los padres es que el bebé nazca sano y salvo. No obstante, también es cierto que muchas personas (tanto las mamás como los papás) crean muchísimas expectativas en torno al sexo de su bebé. Cuando las predicciones fallan, puede dar lugar a una decepción.

¿Cuándo se conoce el sexo del bebé?

El sexo del bebé puede determinarse a partir de la semana 16 de embarazo. Muchos médicos incluso podrían ver el sexo del bebé en la semana 13, pero todo dependerá de la pericia del doctor y, sobre todo, de la posición del bebé.

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¿Por qué se generan temores con respecto a un sexo en específico?

• En la mayoría de los casos, la decepción del sexo del bebé surge por el temor que tiene la madre de no poder relacionarse apropiadamente con su futuro hijo o hija.
• Existen casos en los que la madre no desea tener una hija por celos del amor o atención que su pareja tendrá hacia ella misma después del nacimiento.
• Problemas durante la vida de la madre que la condicionan a inclinarse por un sexo determinado.

¿Qué ocurre con el entorno familiar?

Una de las principales razones por las cuales una futura madre prefiere tener un sexo en específico viene dado por su entorno familiar. La relación que una madre tenía con sus padres es crucial para que la madre proyecte el futuro de su propia familia, los problemas que podrían presentarse y los aspectos positivos de tener uno u otro sexo.

¿Qué hacer?

Si sus experiencias previas han moldeado sus expectativas sobre el sexo del bebé a tal punto que puede llegar a deprimirse por no tener el sexo que usted prefiere, nuestra recomendación es que busque ayude profesional.

Experimentar sensaciones de angustia, estrés o depresión durante el embarazo no es favorable ni para su salud, ni para la de su bebé. Ambos sexos tienen particularidades que los hacen especiales y es muy probable que la mayoría de las actividades que haga con un sexo, lo podrá hacer con el otro.

Buscar ayuda profesional es muy importante para ayudarla a sincerarse consigo misma, a encontrar la raíz del problema y a enfrentarlo como se debe, ya que la manera de encararlo dependerá de la razón que la motiva a preferir un sexo.