Los últimos días antes del parto
Está cercana la fecha de parto. Ya futura madre tiene todo listo para el «momento tan esperado», y el padre igual. Sin embargo, es bueno repasar ciertos detalles que pueden haberse olvidado, o descuidado.
Hay que tomar en cuenta el aumento de las contracciones, de las secreciones vaginales; si hay dolores en la espalda y, muy importante, controlar los nervios.
Siempre es bueno tener a la mano una pequeña maleta con todo lo necesario para la madre y el bebé, y un maletín para quien vaya ser el acompañante ese par de días que se pernocta en el centro médico que ya ha sido escogido o seleccionado.
A estas alturas ya con 40 semanas de embarazo en promedio, es casi seguro que la futura mamá se sienta cansada, pesada y nerviosa. Su útero ha crecido enormemente para acolchar al bebé y que éste se encuentre lo más cómodo posible en el vientre en los días previos al parto. Las contracciones se vuelven intensas y es muy probable que le cueste en ocasiones respirar.
La sensación térmica es otra característica de esta recta final del embarazo. Aunque no haga calor en la calle y no haya llegado el verano, dará igual. Sentirás tu cuerpo casi ardiendo. No debes preocuparte, el cambio brusco de temperatura es de lo más normal los días previos al parto. Es una de tantas respuestas hormonales de nuestro organismo, preparado para dar la bienvenida a una vida.
En estas semanas has ido al baño más de la cuenta. El feto ha estado presionando la zona de la vegija, de tal manera que tus ganas de hacer pis se multiplican. Además, la retención de líquidos ha hecho dejado huella en ciertas partes de tu cuerpo, como manos, dedos, tobillos o cara, intensificando el volumen de éstos de cara al parto. Todos estos síntomas no son más que la señal que recibe la embarazada, por parte de su organismo, para el sprin final.