Estética y belleza
Las uñas quebradizas, las manos hinchadas y la resequedad del cabello serán algunas características constantes durante el embarazo.
Es posible que cuando despiertes veas tus dedos abultados y tus manos tensas. Si sufres esta molestia, quítate los anillos apretados antes de acostarte y no te preocupes porque cuando comiences la jornada, al día siguiente, desaparecerá esta incomodidad.
Puedes practicar ejercicios simples como describir movimientos circulares y verticales con las manos, desde las muñecas, y estirar periódicamente los dedos para estimular la circulación. Aprieta en tus manos un limón mediano o una pelota de tenis de mesa, manipula el objeto hasta que sientas que se desvanece el entumecimiento. Si persiste la inflamación, consulta a tu médico.
La debilidad de las uñas se debe a menudo a los esmaltes, sean incoloros o de color. Para saber si tu barniz es el responsable de la fragilidad de tus uñas, basta con suprimir sus aplicaciones durante seis meses, tiempo necesario para que se renueven totalmente. Si al término de ese período las uñas han recobrado su firmeza, entonces elimina ese esmalte de tus opciones.
Para el reblandecimiento de las uñas no existe un tratamiento específico y la única recomendación es la de mantener las uñas muy cortas para evitar que se rompan. Es un cambio reversible que cede durante el puerperio. Las telangiectasias o arañas vasculares, ocasionadas por la elevación de estrógenos, generalmente aparecen en las zonas expuestas al sol y suelen desaparecer en el período posparto.
Cuida tu cabello
El embarazo no perjudica el cabello en sí, por el contrario, algunas mujeres con melenas secas o frágiles tienden a disfrutar de un cabello brillante y dócil. Con frecuencia, la seborrea se atenúa o desaparece durante la gestación.
Se aconseja emplear un champú suave, para evitar la irritación del cuero cabelludo, cepíllelo por la mañana y por la noche sin excesiva energía. El pelo debe estar brillante, pero no hace falta peinarlo bruscamente. No use cepillos de nylon porque arrancan y quiebran los mechones.
No están contraindicadas las permanentes, los tintes o las decoloraciones, sin embargo, algunos investigadores prefieren que las mujeres se abstengan de utilizarlos hasta tanto no se compruebe, mediante un estudio controlado, la seguridad de las tinturas.
La henna es un producto vegetal y no químico, que reporta mayor seguridad para su uso durante el embarazo. El inconveniente que presenta es que no todas las mujeres quieren teñirse el cabello con los colores rojizos que brinda esta mercancía.
Debido a la acción del estrógeno y la progesterona durante el embarazo, aumentará el crecimiento del cabello. Esta relación se invierte entre el primer y cuarto mes después del parto, cuando la mujer comienza a perder el cabello en forma alarmante. Lo bueno es que en 6 ó 12 meses el cabello vuelve a nacer de forma habitual. Sólo debe tener paciencia: los cabellos crecen a razón de un centímetro por mes; se requiere, en consecuencia, varios meses para que adquieran su longitud normal.