Mitos acerca de infertilidad e impotencia sexual
En muchas ocasiones se tiende a confundir la infertilidad con la impotencia sexual. Por prejuicios, los hombres descuidan lasevaluaciones médicas y las mujeres siempre son las primeras en acudir a la consulta. Generalmente se ejecutan varios exámenes (cultivos de orina y de semen, test hormonales, genéticos, etc) antes de determinar las razones del problema.
La impotencia es la imposibilidad de conseguir o mantener la erección del miembro viril el tiempo suficiente para efectuar la penetración, conseguir la eyaculación y el orgasmo.
Las causas pueden ser físicas o psíquicas. En efecto, las alteraciones de la erección suelen presentarse sobre todo alrededor de los 50 años. A medida que aumenta la edad la causa de la disfunción es más bien orgánica, mientras en los más jóvenes predominan las causas psicológicas.
Es importante realizar pruebas que permitan conocer el origen de la dificultad, y si éste va acompañado o es consecuencia de otros padecimientos como la diabetes y la hipertensión arterial. No es verdad que la impotencia afecte completamente la sexualidad de alguno de los miembros de la pareja. Un hombre puede tener un deseo normal y mantener erecciones, pero que no sea de una dureza adecuada. En estos casos, se usa el término disfunción eréctil peneana, en lugar del vocablo impotencia, que sugiere una pérdida completa.
Los afectados pueden superar, total o parcialmente, el trastorno porque durante esta última década se han desarrollado muchos tratamientos para esta.