En nuestros tiempos las mujeres están más informadas y preparadas que antes: investigan en Internet, en revistas especializadas, se involucran y comprometen más con su embarazo y exigen mayor participación. Ya no se conforman con procedimientos, si bien antes eran rutinarios, hoy en día son tan sólo mitos. Es por ello que el parto sin intervención esta sumando más adeptos.

Hoy en día la tendencia es la de darle mayor libertad a la madre para así elegir cómo será la intervención del médico en su parto. Así, el parto de hoy en día se asemeja más al de las épocas de antaño: sin ocitocina, sin afeitadas, sin analgesia epidural, nada de episiotomías ni rotura artificial de la bolsa.

Los viejos procedimientos… Hoy

Ocitocina: empleada para aumentar la frecuencia e intensidad de las contracciones para acelerar el parto. Algunos especialistas no lo consideran recomendable, siendo la mejor opción la de dejar evolucionar el parto naturalmente, así tome tiempo.

Restricción de ingesta de bebidas y alimentos: muy al contrario de lo que se pensaba antes, la madre puede comer y beber algo ligero durante el parto.

Enema evacuador: en el pasado se creía que el contacto del bebé con el material fecal podría provocarle infecciones. Esto, sin embargo, no ha sido comprobado científicamente.

Episiotomía: la recomendación hoy en día es restringida, es decir, sólo cuando sea necesario. Se ha comprobado en muchas madres primerizas que, en lugar de otorgar algún beneficio, el mismo causó cierta disconformidad.

Rasurado perineal: se pensaba, al igual que con el enema, que el rasurado prevenía infecciones en el bebé. Algunos especialistas creen que este método no tiene fundamentos científicos.