¿Pujar o no pujar?
Evitar el Dolor
Algunos obstetras consideran que no es recomendable que la madre puje. Piensan que el bebé avanza sin ayuda hacia la vagina, al relajarse el peritoneo. Según ellos, lo más relevante es que la mujer recuerde la importancia de la respiración durante las contracciones.
Empujar consiste en constreñir los músculos abdominales para estrechar la parte alta del útero y para impulsar los movimientos del bebé dentro de la cavidad. Inhale profundamente y después sople. Aspire nuevamente, baje los hombros y bloquee la respiración. Luego, empuje contrayendo los músculos abdominales.
Una buena inspiración facilitará y acelerará el trabajo del útero y la expulsión del bebé. Cuando los pulmones de la madre se llenan de aire el diafragma, que separa el abdomen del tórax, desciende encima del útero. Al exhalar el diafragma sube. La atención en el proceso respiratorio y en las sensaciones le permitirán dejar de lado las preocupaciones por los dolores. Practique varias veces y si es necesario aumente la frecuencia de la técnica.