Recomendaciones para evitar las estrías
La palabra estría proviene del latín y básicamente consiste en líneas albicantes o atrofias cutáneas de forma alargada, saliente, plana o deprimida que parece debida a un desgarro y distensión de la piel.
En el mercado ya puedes encontrar numerosas marcas comerciales que prometen prevenir y suavizar las -tan temidas- estrías, esos caminos blancos que desfilan por la dermis y denotan la fluctuación de nuestro peso.
Para que puedas ayudar a la naturaleza a regenerar el mal causado por las estrías, es conveniente que evites usar agua caliente durante el baño, aunque puedes tibiarla un poco, sobre todo, si vives en un país muy frío. Usa una pasta de jabón con Ph neutro, a base de glicerina o vitamina E.
Enjabona tu cuerpo una sola vez al día. Si por algún motivo, deseas ducharte nuevamente al final de la jornada, procura utilizar la pastilla de jabón únicamente para refrescarte las axilas y los genitales, enjuaga el resto del cuerpo con abundante agua fresca. Asegúrate de remover toda la película de grasa de la piel.
Sécate con una toalla suave, sin restregar, más bien dándote toquecitos, para que tu cuerpo conserve aún parte de la humedad y absorba fácilmente las cremas hidratantes. Aprovecha los momentos siguientes, para darte un breve masaje con la loción desde el cuello hacia abajo, sobre todo en los codos, las piernas y los tobillos.
Es muy aconsejable recubrir con crema hidratante 4 a 5 veces al día las áreas donde tienden a aparecer las estrías, en los senos, el abdomen, los glúteos, las pantorrillas, la entrepierna y los muslos. Algunas mujeres pueden tener estrías incluso en sus antebrazos.
Utiliza una loción neutra o apropiada a tu tipo de piel al menos 2 veces al día. En caso de irritación moderada o intolerancia al producto consulta con tu médico.