Recuerdos de la infancia
Los acontecimientos más significativos de la niñez los recordamos con facilidad cuando guardamos elementos que nos ayudar a revivirlos. El primer diente, los rizos del primer corte de cabello, los primeros lentes o la primera ropita del bebé se pueden atesorar en recipientes especiales y decorados para ese fin.
Si tu niño está en la edad de mudar los dientes de leche por los fijos, puedes forrar una caja de zapatos con papel de envolver regalos o tela en un color llamativo. Corta en el centro de la caja un pequeño cuadrado y enmárcalo con tiras de papel. Recorta figuritas de ratones o ilustraciones que encuentres alusivas a los dientes y decora la caja con esas imágenes.
En este recipiente tus niños podrán depositar las piezas dentales cuando se les caigan y así esperar ansiosamente «la llegada del ratón» que regala dinero o caramelos a cambio de dientes.
Otras actividades que puedes hacer con tus hijos es fabricar un sobre para guardar mechones de pelo. Para ello tendrás que recortar un rectángulo en una lámina de cartón corrugado o papel resistente, dóblalo por la mitad formando un sobre y pegando las orillas con goma o silicon. Decóralo con flores secas, calcomanías o ilustraciones apropiadas.
Un álbum de fotos siempre será bienvenido, sobre todo cuando es confeccionado por tu propio hijo. Suminístrale varios pliegos de papel o cartulina de colores y agujeréalas con una perforadora para carpetas. Deja que tu hijo decora cada hoja con diferentes formas de papel, hojas y flores, plegados de origami, ilustraciones, caricaturas, etc. Finalmente, coloca las hojas en una carpeta hecha con los mismos motivos o sujétalas con unos listones de cinta.