Hay bebés que a los pocos días de nacidos aprenden a consolarse solos; en vez de llorar cuando les pasa algo o de pedir que le den pecho a gritos, se quedan con el chupón en la boca o con el dedo buscando tranquilizarse.

Para las mamás que tienen bebés así les representa un alivio que su bebé sepa consolarse solito pero eso no es tan bueno como parece si el bebé es recién nacido.

Los bebés deben quejarse para poder comunicar sus necesidades. Cuando son pequeñitos por medio del llanto expresan el hecho de tener hambre, frío, sueño, etc.

Si el bebé no comunica su mamá no podrá saber si necesita algo.

Cuando ya tu bebé esté más grande, serás tu la indicada en enseñarle a calmarse sólo. Poco a poco ve espaciando el tiempo de recurrir a él cuando llore por ejemplo en su cuna, hasta llegar a un punto de que llore por un tiempo prudencial y el solito se vuelva a dormir.

En la medida en que te acerques cada vez que tu bebé esté llorando lo estarás acostumbrando a no consolarse sólo, recuerda que en tus manos está ayudarlo en su proceso de aprendizaje.

No pienses que este proceso es fácil, todo lo contrario; como mamá será duro oir llorar a tu bebé, trata de aguantarte un minuto el primer día, la próxima vez cinco minutos y así progresivamente.

También es importante que descubras cuando realmente tu bebé necesite algo de ti, en esos momentos debes recurrir de inmediato.