La importancia de los movimientos fetales
Durante el embarazo, la madre debe estar atenta a una gran cantidad de factores: salud, nutrición, ejercicio, citas de control prenatal, hábitos, movimientos fetales, etc. Estos últimos tienen una especial importancia, ya que indican que el bebé se encuentra sano dentro del útero de la madre. Por esta razón, la madre debe estar atenta diariamente a los movimientos y patadas de su bebé.
¿Qué son los movimientos fetales?
Cuando el bebé se mueve o da patadas dentro del vientre materno se denomina movimientos fetales. Estos inician desde muy temprano en el embarazo, sin embargo, no son perceptibles para la madre sino hasta la semana 20 de embarazo. En esta etapa, el bebé será lo suficientemente grande como para que la madre pueda sentir sus movimientos.
¿Por qué son importantes?
A partir de la semana 20, la madre es capaz de sentir los movimientos de su bebé, los cuales se hacen cada vez más notorios a medida que avanza el embarazo. Estos movimientos son un indicativo de bienestar fetal, sin embargo, es importante que sea acompañado con las citas de control prenatal, las cuales le darán a la madre una información más detallada de cómo va el embarazo.
¿Cuántos movimientos deben sentirse?
Si bien esto cambia de una mujer a otra, el promedio de movimientos diarios del bebé debe ser alrededor de 10 a 15.
¿Qué ocurre si la madre siente que los movimientos fetales se han reducido?
Si siente que los movimientos de su bebé se han reducido, es de suma
importancia que se comunique con su médico de inmediato, ya que esto suele ser un indicador de que algo no está bien en el embarazo. La principal complicación asociada a la reducción de los movimientos del bebé es el sufrimiento fetal, el cual se caracteriza porque el bebé no está recibiendo el oxígeno suficiente, lo que puede traer graves consecuencias para la salud del niño.
¿Cómo ayudar al bebé?
La madre puede realizar ciertas acciones de manera cotidiana para ayudar a que el bebé se desarrolle con normalidad, entre las cuales están:
• Tener una dieta sana y balanceada
• Descanse con frecuencia, sobre todo a partir de la semana 30 de embarazo
• Manténgase siempre hidratada
• Si el médico lo autoriza, realice ejercicios que sean adecuados para una mujer embarazada, tales como la natación, caminar, montar bicicleta estacionaria, pilates o el yoga prenatal
• No se acueste boca arriba para descansar, ya que esto puede reducir el suministro de oxígeno y sangre al bebé. Por el contrario, acuéstese sobre el lado izquierdo