La causa más frecuente de inflamación en los pezones es una posición inadecuada de la boca del bebé en el seno. Las siguientes recomendaciones te pueden ayudar a sentir mejor rápidamente y contribuir a que puedas seguir amamantando de forma placentera: 1.-Asegúrate que tu bebé tenga una posición correcta. Mantén tu seno entre tus dedos debajo y tu pulgar arriba. Coloca los dedos lo suficientemente lejos detrás de la areola para que no toquen la boca de tu bebé. Cuando tu bebé abre la boca acércala rápidamente hacia ti para que tome tanto el pezón como la mayor superficie de areola posible. Asegúrate de centar el pezón en la boca del bebé. No dejes que el bebé tome solo la punta del pezón. Sostén tu seno desde debajo de forma que el pezón y areola no son sacados de la boca del bebé por el peso del seno. 2.-Comienza a amamantar en el seno con el pezón menos doloroso para estimular el comienzo de la salida de la leche. Los bebés succionan más fuerte al comienzo de la comida. Después de que el bebé se ha amamantado por corto tiempo y el fluido de leche ha comenzado, cámbialo al segundo seno. Sin embargo en cuanto sea posible vuelve a cambiar el seno cada vez que comiences a amamantar para evitar diferencias entre los senos. 3.-Si un pezón está extremadamente doloroso, temporalmente limita el tiempo de amamantamiento a 10 minutos en ese lado. 4.-Mantén los pezones secos. Con cuidado seca los pezones con un paño limpio o deja que se sequen los pezones al aire por 25 a 20 minutos. Lava los pezones con agua al bañarte. No uses jabón o alcohol porque remueven los aceites naturales. Si utilizas protectores de sostén, cámbialos apenas se humedezcan. Al terminar de amamantar puedes colocar una capa delgada de crema emoliente. 5.-Usa un tira leche si el dolor es tan severo que no te deja amamantar al bebé. Puedes usar un tira leche 2-3 días mientras cicatrizan los pezones. 6.-Llama a tú médico si percibes posibles signos de infección (mastitis) como calosfríos, fiebre, dolor o zonas enrojecidos en el seno, malestar general.