La placenta previa es la localización anormal de la placenta, por delante del feto y muy cerca u olcuyendo el orificio cervical, en otras palabras, la placenta se sitúa entre el bebé y el orificio del cuello uterino (por donde va salir el bebé en en el momento del parto). El riesgo más importante es que se produzca un sangramiento en las semanas finales del embarazo, esta hemorragia de producirse puede ser leve y sin consecuencias importantes para la madre ni para el bebé o puede ser grave llegando a poner en peligro la vida de la madre. Antes de finalizar el embarazo se recomiendan medidas preventivas para evitar sangrado como reposo físico y la menor realización de tactos vaginales como sea posible por parte del médico. Una vez alcanzada la fecha de finalización del embarazo, el tratamiento depende de la localización exacta de la placenta (esto se realiza a través de un ecosonograma) si el cuello está completamente tapado por la placenta no es posible el parto y a la paciente debe realizársele una cesárea. En otras situaciones puede realizarse el parto por la vagina y en cualquier forma de finalización del embarazo (parto o cesárea) es indispensable contar con sangre disponible para eventual transfusión de sangre.