El labio leporino constituye una de las malformaciónes congénitas más comúnes, se reporta una incidencia de 1 en 1000 nacidos. Aunque no es hereditaria, su incidencia aumenta al 4% para un hermano de un feto previamente afectado y se asocia con muchos síndromes hereditarios, algunos medicamentos, enfermedades (diabetes) y anormalidades congénitas. Es posible realizar el diagnóstico por ecografía y puede ser reparada en el período postnatal con buen pronóstico. En general, no hay forma de prevenirla, a menos que sea debida a una enfermedad como la diabetes en cuyo caso el control de la glicemia evita las malformaciones, y por supuesto evitando consumir medicamentos sin la autorización del médico. Durante el embarazo es normal presentar en los primeros meses síntomas digestivos, como náuseas, vómitos, pesadez, etc. pero no debes presentar dolor, en ese caso debes consultar con tu médico para que descarte infecciones o gastritis. Saludos cordiales Gracias por escribir