Los mas recientes estudios muestran que el feto puede responder al sonido exterior a partir de las 16 semanas, pero el sonido específico de diálogo o conversaciones emitido por sus padres es percibido de manera diferente solo a partir de las 24 semanas. La capacidad de escuchar la voz de los padres es un vínculo muy poderoso que conecta de manera especial al bebé y sus progenitores, aún cuando el oido no está completamete desarrollado. El bebé se hace sensible a la luz aproximadamente a las 27 semanas. Tampoco es conveniente exagerar, los expertos consideran suficiente exposición a estímulos externos un máximo de 10 minutos contínuos 2 veces al día.